CURSO - Evaluación de los aprendizajes profundos.

En este curso se busca,   principalmente, que las y los participantes comprendan la relación que existe   entre la evaluación y el aprendizaje como un vehículo movilizador de la   metacognición y no solo como fin para calificar. De este modo “la   evaluación para el aprendizaje” sitúa al docente en un rol de facilitador,  apoyando y orientando a las y los estudiantes mediante una retroalimentación   constante durante su trayectoria de aprendizaje.

Las metas y objetivos son la   condición elemental para guiar de manera clara y explicita a las y los   estudiantes, desarrollando en ellos y ellas motivación, altas expectativas y   autonomía. Esto implica que los indicadores de logros esperados deben ser declarados,   dialogados y compartidos al inicio del proceso de enseñanza.

El enfoque de la evaluación para   el aprendizaje es coherente con la enseñanza basada en la neurociencia y en   el profundo conocimiento de cómo aprende el cerebro, desde los aspectos   emocionales, cognitivos, sociales y perceptivos motores se podrá informar de   manera permanente las dificultades o aciertos que las y los estudiantes van   teniendo en su proceso o trayectoria. 

La evaluación para el aprendizaje   requiere de procesos informativos, contextualizados, heterogéneos,   comunicativos y dialécticos entre docentes y estudiantes, es decir, una   evaluación formativa integrada a la práctica educativa que aborda los   contenidos, las habilidades y las actitudes que deben reorientarse durante el   proceso de aprendizaje para lograr los objetivos propuestas, reflexionando   sobre los aprendizajes y sobre la enseñanza.

El decreto 67 de evaluación del   Ministerio de Educación está impulsando la evaluación con fuerte sentido   pedagógico, intrínseca a la enseñanza y a una retroalimentación constante y   oportuna para que estudiantes informados identifiquen y desafíen sus avances   hacia aprendizajes profundos.